Cuando llegan las vacaciones, es más difícil encontrar actividades adaptadas o personas de confianza con los que dejar a los niños. Mira si puedes ayudar.

Ha llegado el verano, y con él, las vacaciones escolares. Los maestros a puntito de coger unas merecidas vacaciones. Y los padres viendo cómo se organizan con los niños en casa.

Aún siendo una cuestión de caos para muchas familias, cuando los niños no tienen ninguna discapacidad o enfermedad, hay multitud de escuelas de verano a las que poder llevarlos, pueden ir sin problemas a casas de amigos o familiares, incluso ellos mismos se organizan donde ir, quedando y planificando entre amigos.

  

               

  

En el caso de las familias con niños con discapacidad, lo tenemos más difícil. Contamos con muy poquitas escuelas de verano que sean accesibles y estén preparadas para atender a niños con discapacidad, y cuando las hay, son mucho, mucho más caras que cualquier otra escuela de verano. Lo tenemos más difícil para dejarlos en casa de amigos, o de familiares y nuestros veranos se complican. Si tienes que trabajar, hacer trámites, o simplemente tener un respiro, lo tenemos realmente complicado para dejar a nuestros niños en algún sitio.

¡¡Necesitamos ayuda!!

Si tienes cerca alguna familia con un niño con discapacidad, ofrécete a quedártelo un ratito, que juegue con tus hijos o contigo. Incluso una noche fuera de casa. Pero ofrécete a algo concreto, si no, es difícil aceptar. Algo así como, ¿Te viene bien que me lleve a María esta tarde a casa?, ¿A la piscina?…

Si eres madre o padre de un niño con discapacidad y algún amigo o familiar se ofrece a quedarse un ratito con él, acepta. Olvídate un poquito de los miedos, estará bien y os vendrá bien a todos. Explica a la persona que se ofrece todo lo que tendrá que tener en cuenta para un buen cuidado, seguro que lo hará muy bien, lo cuidará de maravilla y será toda una experiencia para todos.

Si trabajas en la administración, si tienes alguna relación con la política, haz algo para que los niños con discapacidad puedan acceder a escuelas de verano ordinarias. Planíficalo en las actividades de la administración, aporta personal de ayuda a algunas otras escuelas, financia proyectos de ocio para niños con discapacidad.

Si eres empresa y buscas un buen proyecto donde invertir como parte de la responsabilidad social corporativa, apoya algún proyecto de escuelas de verano inclusivas, para que sea más asequible para los padres. Para que sea por lo menos igual de asequible que para el resto de niños.

Gracias a todos los que ya lo hacéis de manera habitual y muchas gracias a aquellos, que no lo habíais pensado, y a raíz de leer estas líneas, vais a ayudar un poquito, a que el verano sea más llevadero para nuestras familias.

¡Gracias! y ¡Feliz verano!