Seguro que estas palabras o algunas similares nos recuerdan cuando éramos niños y nuestros padres o amigos nos invitaban a ir al campo a pasar uno o varios días.

En mi caso, recuerdo pasarlo bomba en el río, explorando río arriba, o los alrededores. Nuestros padres nos acompañaban, se tiraban al río con nosotros y disfrutaban tanto o más que nosotros, a pesar de que la “logística” de los preparativos, el viaje, las comidas, tiendas de campaña, etc seguro que les requería un esfuerzo extra.

Ahora, como padres, creo que valoramos más todavía aquellas fantásticas excursiones.

Cuando el niño es pequeño, no es fácil moverse por el campo. Si el niño pesa poco, puedes llevarlo a cuestas, o usar una mochila adaptada. Conforme crece, normalmente empieza a ser más autónomo y poco a poco, lo puedes llevar de la mano, y eventualmente, símplemente vigilarlo.

En nuestro caso, no es tan sencillo.

Las enfermedades de los neurotransmisores a menudo afectan a un montón de cosas, entre ellas la movilidad. En muchos casos, el niño o la niña, si consigue andar lo hará unos años más tarde que el resto de niños, y para entonces el “burrito papi” ya no tiene la suficiente fuerza.

Si el niñ@ puede andar, pero con dificultad, una opción es acompañar unos metros a los demás, y si el camino se vuelve más complicado, uno de los padres vuelve al “campamento base” y se queda esperando a que vuelva el grupo. No hay que olvidarse de un buen botiquín, porque a menudo el niñ@ tropieza, y se cae, con lo que una buena provisión de tiritas es imprescindible.

Si el niño/a va en silla de ruedas, entonces la mayoría de las excursiones son impracticables, a no ser que….

Y es en este punto donde nos gustaría hablaros de la Asociación Menorca Para Todos (http://www.menorcaparatodos.org/) que ha estado ayudando a personas con problemas de movilidad reducida, entre ellos nuestro Álvaro. Aquí podéis verlos en acción:

El servicio que prestan está orientado a realizar actividades de turismo accesible.

Realizan actividades de acompañamiento y ocio: excursiones y salidas para visitar diferentes enclaves de Menorca, en vehículo adaptado cuando sea necesario, o bien proporcionar apoyo en todas aquellas actividades que la persona considere oportunas.

Hacen un montón de cosas (kayak, vela, caballos, Arteterapia… hasta submarinismo y parapente!!

Las que Álvaro ha probado han sido piscina, caballo, kayak y las excursiones. Hoy nos centramos en estas últimas. Cuando es necesario utilizan unas sillas (“joëlette”) adaptadas, gestionadas por la empresa pública Espais de Natura Balear, y sobretodo, unos voluntarios que se van turnando para llevar entre todos las sillas por cualquier terreno.

Desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento y un enoooorme abrazo para esta Asociación y sus voluntarios!!! Por favor, seguid con lo que estáis haciendo 🙂

A todos los menorquines, os invitamos a colaborar como voluntarios, a apuntaros a una de estas excursiones y disfrutar de vuestra preciosa isla y ayudar a que aquellos que no pueden hacer los trayectos por ellos mismos, puedan disfrutarlo con vosotros. Ellos, y sus familias que de otra manera no podrían.Os recordamos, que no hay nada más gratificante que ser cómplice de la felicidad de los demás.

Y para los que no somos de allí, estaría fenomenal encontrar muchas asociaciones como Menorca para Todos, que permitan a las personas con diversidad funcional y a sus familias, disfrutar de la naturaleza.

Aquí os dejamos unas fotos donde podéis ver lo bien que se lo pasa Álvaro, y con él, todo el grupo (papis incluídos 🙂 )

            

  

    

No os olvidéis de visitar su página web.

Y ver este vídeo que nos tiene encantados: Con los demás somos más